Taza de cobre - flor de la vida (300ml)

No, se lo desaconsejamos encarecidamente, ya que el cobre puede reaccionar químicamente con estos líquidos.

Las botellas y vasos de cobre sólo son adecuados para agua sin gas. Puede utilizar cualquier tipo de agua sin gas, ya sea filtrada, embotellada o del grifo. Sin embargo, evite a toda costa el agua con gas, las bebidas ácidas, los refrescos como los de cola o los aditivos como las hojas de menta y las rodajas de limón.

El cobre reacciona negativamente a la acidez de bebidas como el té o el café. Además, el cobre es un metal conductor y blando que puede calentarse rápidamente y posiblemente deformarse cuando se expone al calor. Por tanto, utilice los recipientes de cobre sólo para agua sin gas, fría o a temperatura ambiente. Con agua caliente, ¡asegúrese de que no hierve!

El uso de recipientes de cobre sólo está previsto para agua no carbonatada (sin gas). Los ácidos (con un pH inferior a 7) o los líquidos lácteos pueden reaccionar con el cobre. Si desea aromatizar el agua, añada los aromas después de verter el agua de cobre en otro recipiente.

Probablemente sólo experimentará el sabor refrescante, suave y sedoso del agua pura, con el consiguiente deseo de beber más. Sin embargo, con el paso de los meses, es posible que note un toque de sabor a cobre debido a una ligera pátina que se forma en el interior de la botella. En este caso, es aconsejable limpiar suavemente el recipiente siguiendo las instrucciones de limpieza y cuidado.

Para aprovechar todos los beneficios del cobre, el Ayurveda recomienda llenar la botella la noche anterior y beber una taza a la mañana siguiente para limpiar y desintoxicar el organismo de forma óptima. Por supuesto, el agua también puede beberse directamente de los recipientes de cobre.

Nuestros recipientes de cobre están fabricados con un 99,7% de cobre puro apto para alimentos, sin metales pesados ni aluminio. El exterior de las botellas y los vasos está recubierto con una laca apta para alimentos. Se trata de una capa protectora que evita el enturbiamiento y la decoloración (por ejemplo, las huellas dactilares) y hace que las botellas y los vasos brillen. En el interior, las botellas y los vasos se mantienen completamente en bruto, sin tratar ni recubrir.